Si buscas un postre práctico, sabroso y que se deshaga en la boca, ¡estás en el lugar indicado! Hoy te voy a enseñar a hacer un Pastel Licuadora Suave que te conquistará el corazón. Este bizcocho es perfecto para quienes gustan de la practicidad, ya que la mayor parte del trabajo se realiza en la licuadora. Necesitarás pocos ingredientes y, lo mejor de todo, no requiere ninguna habilidad especial en la cocina.
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Este bizcocho es conocido por su textura cremosa, casi como un pudín. Es muy húmedo y tiene ese sabor a pastel de madre, que abraza el alma y reconforta el corazón. Es ideal para acompañar un café recién hecho o servir como postre en un almuerzo dominical. Ah, y puedes agregar tu toque personal con un aderezo o almíbar, pero créeme, ¡es tan rico que ni siquiera necesita guarnición!
Así que preparemos juntos este bizcocho que, además de estar riquísimo, es súper rápido de hacer. ¡Llama a tus amigos, ponte ese delantal que nos encanta y vamos a la cocina a preparar esta delicia!
Ingredientes del pastel de licuadora suave
- 4 huevos
- 2 tazas de azúcar
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 tazas de harina de trigo
- 4 tazas de leche
- 1 pizca de sal
- 50 g de queso rallado (opcional)
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 1 cucharada de polvo para hornear
Sobre los ingredientes y el tiempo de preparación
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Ahora que ya conoces los ingredientes, hablemos un poco de ellos. El secreto de este bizcocho es la combinación de leche, harina y mantequilla, que da como resultado una textura muy cremosa. Si quieres un sabor aún más especial, el queso rallado es una opción que marca la diferencia, dejando la tarta con un sabor más tradicional. La esencia de vainilla entra para dar ese toque aromático que a todo el mundo le encanta, pero si no la tienes no hay problema, ¡la tarta te quedará riquísima igual!
En cuanto al tiempo de preparación, es incluso más sencillo de lo que parece. Solo necesitarás unos 10 minutos para licuar todo en la licuadora, más unos 40 a 50 minutos en el horno. Es decir, en una hora tendrás un bizcocho precioso y cremoso listo para servir. ¿Y sabes qué es mejor? Puedes prepararlo mientras haces otras cosas, ¡porque prácticamente se hace solo!
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