Preparación:
Para empezar con la receta de buñuelos de viento caseros, primero incorpora en un cazo la leche, el agua, la mantequilla y el anís. Remueve hasta que la mezcla rompa a hervir.
Truco: la receta tradicional de buñuelos de viento se hace con manteca en lugar de mantequilla.
Añade de golpe la harina junto con la levadura y la sal. Ayúdate de una cuchara de palo para remover hasta que la masa de buñuelos de viento se despegue de las paredes del cazo.
Retira el cazo del fuego y deja que repose unos 10 minutos. Agrega los huevos uno a uno y mezcla enérgicamente la masa. El proceso te llevará unos minutos hasta que todos los ingredientes estén bien integrados. Añade de 2 a 3 huevos según te quede la masa.
Para conseguir unos buñuelos de viento esponjosos, no te debe quedar una masa demasiado ligera. Por ello, si es necesario puedes incorporar un huevo más.
Calienta en un cazo o sartén un buen chorro de aceite. Forma las bolitas con ayuda de dos cucharas. Para determinar el tamaño, ten en cuenta que lo ideal es que se puedan comer de un bocado.
Cuando el aceite esté bien caliente, fríe los buñuelos de viento caseros cuidando que se cocinen bien por ambas partes.
Una vez que ya estén dorados, sácalos y retira el exceso de aceite con ayuda de papel absorbente. A continuación, todavía calientes, pásalos por azúcar blanco.
¡Y ya tienes listos tus buñuelos de viento fáciles y rápidos! Sírvelos cuando se hayan enfriado ligeramente y disfrútalos.