Si quieres darle un giro aún más especial a esta tarta, puedes añadir un puñado de almendras laminadas sobre las manzanas antes de hornear. Las almendras se tuestan ligeramente en el horno, aportando una textura crujiente y un sabor delicioso que complementa perfectamente la acidez de la mermelada y la dulzura de las manzanas.
La clásica tarta de manzana con un toque de mermelada de arándanos es una receta que combina tradición y originalidad en un solo bocado. La mermelada de arándanos añade una dimensión extra de sabor que sorprenderá gratamente a quien la pruebe. Además, su preparación es sencilla, lo que la convierte en una opción ideal tanto para principiantes en la repostería como para aquellos más experimentados que buscan un postre reconfortante y lleno de sabor. No dudes en prepararla y compartirla con tus seres queridos; ¡seguro se convertirá en una de tus favoritas!