- Preparar la levadura:
- En un bol pequeño, mezcla la levadura con el azúcar y un poco del agua tibia. Deja reposar durante 10 minutos hasta que se forme espuma en la superficie.
- Preparar la masa:
- En un bol grande, mezcla la harina y la sal.
- Haz un hueco en el centro y añade la mezcla de levadura, el aceite de oliva y el resto del agua tibia.
- Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
- Amasado:
- Traslada la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 10 minutos hasta que la masa esté suave y elástica.
- Forma una bola con la masa.
- Fermentación:
- Coloca la masa en un bol ligeramente engrasado, cúbrelo con un paño húmedo y déjalo reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
- Formar el pan:
- Precalienta el horno a 220°C (428°F).
- Una vez que la masa haya fermentado, ponla en una superficie ligeramente enharinada y divídela en dos partes iguales.
- Forma cada porción en un círculo o un óvalo, de aproximadamente 1 cm de grosor.
- Coloca los panes en una bandeja de horno enharinada o forrada con papel de horno.
- Preparar la cobertura:
- Con la ayuda de los dedos, haz hendiduras en la superficie de los panes, creando un patrón de rombos.
- Pinta la superficie de los panes con el huevo batido.
- Espolvorea semillas de sésamo y/o semillas de nigella por encima.
- Horneado:
- Hornea los panes en el horno precalentado durante unos 15-20 minutos, o hasta que estén dorados y suenen huecos al golpear la base.
- Enfriar y servir:
- Deja enfriar los panes sobre una rejilla.
- ¡Disfruta tu pan turco (pide) recién horneado!
Este pan es perfecto para acompañar comidas, hacer sándwiches o simplemente disfrutarlo con un poco de aceite de oliva y hierbas. ¡Espero que disfrutes de la receta!
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