La próxima vez que hiervas patatas, piénsalo dos veces antes de tirar el agua por el desagüe. El contenido de almidón puede ayudar a absorber la grasa de las baldosas. Usar este método de limpieza una vez al mes puede mantener tus azulejos relucientes.
3. La versatilidad del jabón negro:
Uno de los favoritos entre los entusiastas de la limpieza del bricolaje, el jabón negro hace maravillas debido a sus propiedades desengrasantes y desinfectantes. Perfecto para baldosas, linóleo e incluso suelos de madera. Mézclalo con agua y observa cómo no solo limpia sino que también agrega un toque de brillo a tu piso. Simplemente frote el piso con esta mezcla y observe la transformación.
4. Vinagre blanco confiable:
El vinagre blanco es una opción popular para dar brillo a los azulejos. Puede agregarlo al agua habitual para trapear o usarlo después de la limpieza. Simplemente mézclalo con agua caliente y limpia con un trapeador. Para darle un toque extra, espolvorea un poco de bicarbonato de sodio en la mezcla.
5. El polaco de limón:
Después de la limpieza, dale a tus azulejos un brillo fresco y alimonado. Remoja un trapeador en jugo de limón y déjalo hacer su magia durante una hora. Sus azulejos no solo brillarán, sino que también tendrán un aroma fresco y cítrico. Para encimeras de azulejos, una gamuza puede agregar un toque final.
6. Jabón líquido suave:
Para las manchas difíciles, un poco de jabón líquido para manos o lavavajillas puede ser eficaz. Asegúrese de que su trapeador esté solo húmedo, no empapado. Termine secando con un trapeador de microfibra limpio y seco.
