Limpia la zona: comienza lavando la verruga y la piel que la rodea con agua tibia y un jabón suave. De esta forma, te asegurarás de que estás aplicando vinagre sobre la piel limpia para evitar cualquier posible infección.
Utilice vinagre: Sumerja una bolita de algodón o un trozo pequeño de tela de algodón en vinagre de sidra de manzana. Presione suavemente la botella de vinagre para evitar que gotee.
Cubre la verruga colocando el algodón empapado en vinagre directamente sobre ella. Asegúrate de que cubra completamente la verruga y una pequeña zona de la piel que la rodea.
Fije el algodón con una curita o cinta médica para mantenerlo en su lugar. Es fundamental que el algodón permanezca en contacto con la verruga para que funcione bien.
Deje el algodón sobre la verruga durante toda la noche, idealmente durante unas 24 horas. Si puede, déjelo puesto toda la noche mientras duerme para obtener el máximo beneficio.
Retira el algodón y el vendaje después de 24 horas. Limpia la zona una vez más con agua tibia y un jabón suave. Es posible que notes que la verruga se está ablandando o que su color está cambiando, lo que significa que el tratamiento es eficaz.
Repetir si es necesario: A veces, es posible que deba aplicarlo más de una vez. Si la verruga sigue ahí, puede hacer lo mismo todas las noches durante unos días más. Si siente alguna irritación o molestia, deje de usarlo y consulte a un médico.
Advertencia: Aunque el vinagre de sidra de manzana suele ser seguro, es ácido y puede irritar o quemar la piel si no se usa correctamente. Siempre tenga cuidado al usar este producto, especialmente en pieles delicadas o cerca del rostro.
Muchas personas usan vinagre de sidra de manzana para eliminar las verrugas en casa, pero el resultado puede variar. Si te preocupa tu piel o si la verruga no mejora, es una buena idea consultar a un médico para recibir un tratamiento especializado. Esta sencilla técnica merece la pena para quienes desean una solución cómoda y asequible con ingredientes de su propia cocina.