Coloca la masa en un lugar que tenga una temperatura alta, puede ser a un lado de la estufa o del horno. Deja fermentar por 30 minutos. Regresa a tu superficie y amasa otra vez, deja fermentar por 45 minutos, barniza con aceite de oliva y cubre con un trapo.
Agrega harina a tu superficie y estira con ayuda de un rodillo. Coloca la masa en una charola para pizza y agrega salsa de tomate, jamón, piña y queso. Hornea a 200 °C por 20 minutos.