Ingredientes:
Cáscaras de huevo de 6 a 8 huevos
Jugo de limón (opcional, para mejorar la absorción de calcio)
Instrucciones:
Limpiar las cáscaras de huevo:
Lava bien las cáscaras de huevo para eliminar cualquier residuo con agua tibia y un cepillo pequeño. Asegúrese de que no queden claras de huevo en las cáscaras.
Hervir las cáscaras de huevo:
Coloca las cáscaras de huevo limpias en una olla con agua hirviendo. Hervir durante unos 10 minutos para esterilizarlos, eliminando cualquier bacteria dañina.
Secar las cáscaras de huevo:
Después de hervir, extienda las cáscaras de huevo en una bandeja para hornear y déjelas secar al aire por completo. Alternativamente, séquelos en un horno a baja temperatura (alrededor de 200°F o 93°C) durante unos 15 minutos.
Moler hasta convertirlo en polvo:
Una vez que las cáscaras de huevo estén completamente secas, muélelas hasta obtener un polvo fino usando un molinillo de café, un procesador de alimentos o un mortero.
Almacenar y usar:
Guarda el polvo de cáscara de huevo en un recipiente hermético. Agrega una cucharadita del polvo a batidos, yogur o cualquier alimento de tu elección. Para una mejor absorción del calcio, mezcle el polvo con unas gotas de jugo de limón antes de consumir.
La experiencia de mi mamá
Después de incorporar polvo de cáscara de huevo a su dieta diaria, mi mamá notó una reducción significativa en su dolor de rodilla y huesos en unas pocas semanas. Comenzó con una pequeña cantidad y fue aumentando la dosis gradualmente. Ahora puede caminar cómodamente y disfruta de un estilo de vida más activo.
Conclusión
Si usted o alguien que conoce está luchando contra el dolor de rodillas y huesos, probar el polvo de cáscara de huevo podría ser un remedio natural que valga la pena. Esta solución sencilla y rentable puede ayudar a mejorar la salud ósea y reducir el dolor, permitiéndole disfrutar la vida más plenamente. ¡Pruébalo y experimenta los beneficios por ti mismo!