Método de preparación de recetas
- En una batidora coloca los huevos, el azúcar y la mantequilla y bate hasta obtener una mezcla muy homogénea.
- Agrega la leche, la esencia de vainilla, el queso rallado (si lo usas) y bate un poco más.
- Luego agrega la harina de trigo y una pizca de sal, batiendo nuevamente hasta que la masa quede suave y sin grumos.
- Por último, agrega el polvo para hornear y mezcla rápidamente, solo para incorporar.
- Vierte la masa en un molde engrasado y enharinado.
- Colocar en el horno precalentado a 180°C y hornear durante unos 40 a 50 minutos, o hasta que la superficie esté dorada y el bizcocho tenga una textura firme, pero aún cremosa.
- Retirar del horno y esperar a que se enfríe un poco antes de desmoldar.
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El bizcocho quedará con una capa más firme por arriba, y por dentro esa textura suave y cremosa que es característica de este tipo de bizcochos. Se te hizo la boca agua, ¿verdad?
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Mientras se hornea el pastel, siempre llega ese momento de ansiedad, ¡porque el olor que llena la casa es irresistible! ¿Y quieres saber lo más genial? Este es el tipo de receta que puedes hacer cualquier día de la semana, cuando te apetece comer un dulce, pero que también impresiona si tienes invitados en casa. ¿Conoces ese postre que parece que pasaste horas preparándolo, pero en realidad fue rápido? ¡Este pastel es así! Y lo mejor: es casi imposible cometer errores. Incluso a aquellos que nunca han hecho un pastel les encantará esta receta.
Versión saludable del pastel suave de licuadora
Si estás pensando en una versión más saludable de este bizcocho, ¡no hay problema! Puedes hacer algunas sustituciones y hacer esta receta un poco más ligera, pero sin perder la cremosidad y el sabor.
Ingredientes para la versión saludable:
- 4 huevos
- 1 taza de azúcar de coco o azúcar moreno
- 2 cucharadas de aceite de coco
- 2 tazas de harina de avena o harina integral
- 4 tazas de leche vegetal (puede ser de almendras o de coco)
- 1 pizca de sal
- 1 cucharada de esencia de vainilla
- 1 cucharada de polvo para hornear
Esta versión es más nutritiva, y el coco o el azúcar moreno, por ejemplo, aporta un sabor más caramelizado, que queda increíble. La leche de origen vegetal mantiene la cremosidad y la avena o la harina integral ayudan a que el bizcocho sea más rico en fibra. ¡Una gran opción para aquellos que quieren un dulce más saludable pero igualmente sabroso!
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