1. Queso
- El truco clave para evitar el moho en el queso es envolverlo en papel parafinado o papel encerado, en lugar de usar envolturas de plástico como el film. Este tipo de papel permite que el queso respire, evitando la acumulación de humedad, que es la principal causa del crecimiento de moho.
- Después de envolverlo, guárdalo en la parte menos fría del refrigerador, como en el compartimento para quesos o en el cajón de las verduras. Asegúrate de cambiar el papel si notas que está húmedo.
- El pan también es susceptible al moho debido a su contenido de humedad. Para evitarlo, guárdalo en una bolsa de tela o en una caja para pan que permita la circulación de aire.
- Evita guardarlo en una bolsa de plástico cerrada, ya que esto atrapa la humedad y fomenta el crecimiento de hongos.
- También puedes congelar el pan si no planeas consumirlo pronto, y luego descongelarlo en porciones según lo necesites.
- El moho en frutas y verduras suele aparecer cuando están almacenadas en ambientes húmedos. Guarda estos productos en bolsas perforadas o recipientes con ventilación dentro del refrigerador para permitir la circulación de aire.
- Además, revisa periódicamente las frutas y verduras para retirar cualquier pieza dañada que pueda propagar el moho a las demás.
4. Carnes frías- Las carnes frías, como el jamón o el salami, también pueden desarrollar moho si se almacenan de forma inadecuada. Para conservarlas correctamente, envuélvelas en papel de cocina y guárdalas en un recipiente hermético dentro del refrigerador.
- El papel de cocina absorberá el exceso de humedad, y el recipiente evitará la exposición a bacterias o esporas de moho.
- Aunque los frutos secos tienen una vida útil prolongada, el moho puede aparecer si se almacenan en un lugar húmedo o caluroso. Para evitarlo, guárdalos en un frasco de vidrio hermético en un lugar fresco y seco, como una despensa.
- Si vives en un clima muy húmedo, puedes optar por guardarlos en el refrigerador para prolongar su frescura.
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- Envuelve el queso en papel encerado o parafinado: Este tipo de envoltura permite que el queso respire, evitando la acumulación de humedad que fomenta el crecimiento de moho. Evita usar plástico, ya que atrapa la humedad.
- Usa recipientes ventilados para frutas y verduras: Coloca tus frutas y verduras en bolsas perforadas o recipientes con ventilación dentro del refrigerador. Esto permitirá que circule el aire y evitará el moho.
- Cambia el envoltorio regularmente: Si el papel encerado o los recipientes de almacenamiento comienzan a acumular humedad, cambia el envoltorio para evitar que el moho crezca sobre el queso o las carnes frías.
- Congela los alimentos que no uses pronto: Panes, quesos y frutos secos pueden conservarse frescos durante más tiempo si los congelas y descongelas en porciones pequeñas cuando los necesites. Esto evita que se echen a perder.
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