Una olla con abundante agua incorporamos sobre la cocina; una vez que se encuentre hirviendo, echamos los ñoquis de a poco para que no se peguen.
Una vez que suban a la superficie estarán listos para servir. Los retiramos con una espumadera de a poco o si se hace con colador, despacio para no pegarlos.
Emplatamos y los cubrimos simplemente con manteca y queso en hebras; o con una buena salsa boloñesa, salsa blanca o sencillamente con la salsa que nos guste.
Buen apetito…