Gracias a su acción abrasiva, la sal desincrusta las superficies y elimina las manchas amarillas incrustadas en el fondo de la taza del inodoro y en las paredes de la ducha.
Además de ser un quitamanchas natural, la sal también elimina los malos olores y destapa las tuberías del inodoro.
Además, el inodoro puede obstruirse fácilmente si arroja tampones o toallitas húmedas en la taza. Es por este motivo que sólo los residuos naturales y el papel higiénico deben acabar en el recipiente. El resto hay que tirarlo a la basura.
Si tu inodoro está obstruido y huele mal, usa sal. Para ello, simplemente vierte un vaso de sal en el bol, déjalo actuar unos minutos y enjuaga.
Para mantener tu inodoro y evitar que se obstruya, vierte una vez al mes una cucharada de sal en el recipiente con agua hirviendo. Dejar actuar 15 minutos y enjuagar.